Las ballenas de Buenos Aires

ballena

(De cuando se avistó una ballena perdida en el barrio de Puerto Madero, y yo me la crucé más tarde en un viaje en colectivo) 
Yo sé que suena increíble pero se acaba de subir una ballena al 152. Se subió en el Alto Palermo y pagó $3 pero se bajó en Barracas.

Me indigna lo ventajeros que pueden ser los cetáceos misticetos. ¿Tanto les cuesta pagar el boleto correspondiente?

Después se quejan o se indignan con que el servicio es malo. Pero si se pueden ahorrar 50 centavos estafando al colectivero lo hacen.

Se bajó en la misma parada que yo. Espero que si se toma el colectivo a La Plata conmigo se siente lejos. Huele a krill y nicotina.

La ballena se quiso poner primera y los que esperaban el colectivo le pidieron que respetara la fila. Pero dice que tiene prioridad.

Se armó discusión. Le decimos que prioridad tienen los ancianos, las embarazadas y los discapacitados. Que respete la fila. No se mueve.

Un hombre le pregunta si es discapacitada, anciana o está preñada. Niega las tres. «Entonces no tiene prioridad, haga la fila», le exige.

La ballena insiste que debe subir primera. «¿No leyeron el nuevo Código Civil?», pregunta, con suficiencia. Ahí nos agarró en bolas.

Nos miramos, confundidos. En evidente gesto de asombro, todos tienen los ojos muy abiertos. Todos menos el que está cuarto, que es japonés.

«¡Mamá, es la de la tele!», grita una pequeña.

Nos resignamos a dejar al cetáceo delante de la fila. Tampoco es cosa de ponerse a pelear por un mísero asiento. Además mide 6 metros.

(La ballena mide seis metros, no el asiento).

El chofer deja subir a la ballena sin inmutarse. Me preocupa que los argentinos hayamos perdido un poco la capacidad de asombro.

Pero entonces el chofer se aviva.
-No, no, bajate. No podés subir.
La ballena replica:
-¿Cómo que no? ¿No leíste el nuevo Código Civil?

– Sí, lo leí, a vos no- responde el chofer-. Le digo a este pibe. No podés subir con comida al colectivo.
-¡Pero es un turrón!-, me quejo.

Tiré el turrón y subí detrás de la ballena, que usó la SUBE con bastante más prestancia que muchos seres humanos.

Desde el asiento observo anonadado al sonámbulo que sube al colectivo. Hace todo dormido, marca la SUBE, busca lugar. Todo con ojos cerrados.

Escuché casos alucinantes de sonámbulos que actúan dormidos como si estuvieran perfectamente despiertos. Es uno de ellos.

No era sonámbulo. Estaba despierto. No dormía, tenía los ojos entrecerrados porque era el japonés.

Me di cuenta porque pidió «pelmiso».

El japonés se descuelga la mochila del hombro. Se ve que trae algo pesado porque pierde el equilibrio y cae de rodillas en el pasillo.

Se escucha una risa estridente y sobradora y con aliento a krill. Es la ballena. Se mofa de la desgracia del ponja.

Se calentó el japonés. Tiene los ojos entrecerrados. Como antes.

Arrodillado en el piso, abrió la mochila. Sacó un arpón de la puta madre.

El arpón mide como un metro y medio. Imposible que lo haya sacado de esa mochila Jansport.

Pasa que ahora te venden unos arpones plegables que te entran en cualquier lado.

Te digo que a la ballena le cambió la cara. Se le frunció el espiráculo.

El espiráculo es por donde tira agua.

El agujerito del lomo.

Todo duró muy pocos segundos. El japonés apuntó a la boca de la ballena y le disparó arrodillado, a un metro de distancia.

El misil ingresó por el paladar y traspasó el cráneo de la ballena de abajo hacia arriba. Atravesó callosidades y tubérculos.

Una lluvia de sangre y trozos de carne y tejidos del cetáceo nos bañó instantáneamente a todos los pasajeros.

La ballena yace gigante y muerta sobre el pasillo. Tras un breve desconcierto, todos nos unimos en grito triunfal y abrazamos al japonés.

Hay un salvaje mutilamiento al cetáceo. Todos cenarán ballena esta noche. El viaje es un alegre intercambio de recetas para cocinarla bien.

Una piba cuenta que militó en Greenpeace, pero que la ballena «igual era infumable» y felicita al japonés, que sonríe y achina los ojos.

«¿A quién se comió esta boluda? ¿A Gepetto?», jode uno, y todos nos cagamos de risa.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s